Egipto no solo alberga pirámides increíbles, sino también el oasis de Siwa, con cientos de piscinas de sal donde es imposible hundirse. Siwa, un maravilloso oasis en el desierto occidental egipcio, cubierto de exuberante vegetación, era conocido en el antiguo Egipto como la tierra de las palmeras. El nombre representa a la perfección las palmeras que dan fama al oasis.
Le recogerán en un vehículo con aire acondicionado en su alojamiento en Marsa Matrouh Hotels y le dirigirán al oasis de Siwa, desde donde comenzará su visita a las ruinas del templo oracular de Zeus Amón, famoso ya en la época de Heródoto y consultado por Alejandro Magno. Descubra la Montaña de los Muertos, que alberga numerosas tumbas que datan de las épocas del antiguo Egipto, la Grecia y la Roma.
Prepárense con sus trajes de baño y toallas para descubrir los lagos salados de Siwa. Hay cuatro grandes lagos salados con una profundidad de 4 metros y una concentración de sal del 95 %. La gran cantidad de sal ayuda a las personas a flotar en la superficie del agua, incluso sin saber nadar, y también ayuda a curar muchas afecciones médicas, especialmente problemas de la piel. Terminen el día con un safari en un jeep 4x4 por el desierto del oasis de Siwa, que incluye un almuerzo auténtico en una tienda beduina.