Alhambra

La ciudadela se divide en tres secciones: la Alcazaba, donde se encuentran las ruinas de la fortaleza y los barracones, los Palacios Nazaríes y el Generalife. De estas tres, las dos últimas son, sin duda, dos imprescindibles durante tu visita. En lo que respecta a los Palacios Nazaríes, si sigues la ruta establecida, podrás acceder a todas las lujosas estancias y patios, entre los que se encuentra el Mexuar y el Palacio de los Leones. Por su parte, el Palacio de Comares, donde verás el Patio de los Arrayanes y el Salón de los Embajadores, con sus techos de madera, es sublime. Por último, si tienes tiempo, te recomendamos visitar también el Partal y el Palacio de Carlos V.

La Alhambra es una de las atracciones más importantes y populares de España y, como tal, las entradas para visitarla están muy solicitadas, incluso en los calurosos meses de verano. Por este motivo, es normal que tengas que comprar tu entrada con meses de antelación. Si adquieres un recorrido guiado sin colas, podrás garantizar el acceso a este lugar clasificado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Además, como este tipo de recorridos se realizan en grupos pequeños, podrás disfrutar de una experiencia más íntima en la que aprenderás todo acerca de la historia de la ciudadela, al tiempo que admiras la impresionante ornamentación. Otra opción es visitar el complejo por la noche, cuando los palacios y sus distintas estancias están iluminadas.

La mayor parte de los recorridos guiados tienen una duración de 3 horas. Si accedes a los Palacios Nazaríes por tu cuenta, podrás estar allí todo el tiempo que quieras, hasta la hora de cierre. Quizás quieras quedarte algo más para perderte por el complejo y sumergirte en su ambiente y, así, visitar el Palacio de Carlos V o el Parador, un hotel de lujo público situado en un antiguo convento. Los increíbles jardines, donde podrás escuchar una relajante banda sonora compuesta por los sonidos de las acequias, los arrullos de las palomas y los gorjeos de los periquitos, ofrecen un lugar con sombra apartado que invita a reflexionar sobre la belleza de la Alhambra.

La afluencia para entrar en los palacios es menor a primera hora de la mañana, desde la apertura, hasta en torno a las 11:00, y el pico más alto de visitantes suele alcanzarse entre las 11:00 y las 16:00. En todo caso, gracias al sistema de acceso, que limita el máximo de personas a 300 cada 30 minutos, pocos serán los momentos en los que el complejo esté abarrotado. Incluso tendrás la oportunidad de sacar fotos en el interior sin que desconocidos salgan en ellas.

La Alhambra se asienta en lo alto de la colina Sabika, que se eleva a más de 90 metros sobre el casco antiguo de Granada. La belleza de este emplazamiento es realmente extraordinaria, con el macizo de Sierra Nevada (coronado de nieve en invierno) al fondo. Si quieres obtener las mejores vistas de este paisaje, cruza el puente del río Darro y dirígete al Albaicín, un barrio situado en una colina y repleto de casas de color blanco. Fue aquí donde vivieron los musulmanes de la ciudad y muchos de sus antiguos hogares, conocidos como cármenes, todavía se mantienen en pie a día de hoy. No obstante, la principal atracción de Albaicín son sus 10 miradores, que ofrecen vistas panorámicas de la Alhambra y de entre los que destaca el Mirador de San Nicolás, por ser el más popular. El mejor momento para ir es justo antes del ocaso. Seguramente habrá mucha gente, pero vale la pena admirar la Alhambra iluminada mientras se pone el sol.