Situada en el mar Jónico, frente a la costa noroeste de Grecia, Corfú es un destino vacacional de primer orden. Las aguas azules y la belleza natural serán lo primero que te llame la atención al poner un pie en la isla, y la cosa no hace más que mejorar. Dirígete al casco antiguo de Corfú, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, para conocer la historia de la isla, y saborea los sabores mediterráneos de la cocina corfiota al alcance de la mano. Pasa los días tomando el sol en cualquiera de las playas que salpican la isla y descubre los distintos rincones de Corfú, desde la animada vida nocturna de Sidari e Ipsos hasta el recóndito encanto de Paleokastritsa. Sigue leyendo para descubrir las mejores actividades y excursiones que puedes realizar para aprovechar al máximo tu estancia en Corfú.
Las 6 mejores cosas que hacer en Corfú
1. Explorar las calles de la ciudad de Corfú
Conocida por los lugareños como Kérkyra, esta ciudad incluida en la lista de la UNESCO es donde podrás sumergirte en un vibrante cóctel de influencias venecianas, francesas y griegas que dan color a la isla. Es un centro neurálgico de la buena comida y el buen vino: sumérgete en la cocina corfiota con ensaladas griegas locales y gyros en el menú. Dirígete a las fortalezas venecianas, como el Fuerte Viejo y el Nuevo, para tomar algunas fotos, y explora otros lugares destacados, como las iglesias, el paseo Liston, de la época francesa, y la finca Mon Repos, que ofrece una visión del pasado de la isla.
2. Viajar en el tiempo con un toque de glamour en el Palacio de Achilleion
Construido en 1890 como refugio de la antigua emperatriz de Austria, Sissi, el Palacio de Achilleion es una maravilla neoclásica con una arquitectura impresionante, exuberantes jardines y vistas de primera clase de la isla. Su amor por la antigua Grecia y la mitología se refleja en su diseño, y no puedes perderte la icónica estatua de Aquiles con vistas al mar Jónico. Maravíllate con la historia imperial del palacio y disfruta de un atisbo de grandeza en Corfú.
3. Subir hasta el Monasterio de Paleokastritas
Situado en el noroeste de la isla, el monasterio de Paleokastritas es una visita obligada. Coge un pañuelo de colores y prepárate para explorar sus rincones. Sube las escaleras para llegar al intrincado campanario y admira el jardín de flores; puede que incluso llegues a saludar a los monjes que deambulan por allí. Disfruta de las vistas de la cala. Es el lugar perfecto para relajarte después de la visita.
4. Visitar las mejores playas y las islas cercanas
Aunque Corfú es una isla de playas y belleza natural, no pierdas la oportunidad de subirte a un barco para visitar las islas vecinas de Paxos y Antipaxos. Siéntate y relájate mientras te deslizas por el mar, visitando lagunas azules y cuevas marinas por el camino. Salta del barco y nada en aguas cristalinas, visita el coqueto puerto pesquero de Paxos. Podrás saborear el Caribe con un baño en la playa Paradise de Antipaxos. También son imprescindibles las excursiones en barco a las islas vírgenes de Sivota.
5. Empaparse de amor en el Canal del Amor de Sidari
Al norte de la isla, en Sidari, una de las zonas nocturnas más famosas de Corfú, se encuentran las rocas de arenisca del Canal d'Amour. Esta formación geológica única crea en el mar un canal natural parecido a un fiordo y, según la leyenda local, las parejas que se bañen aquí permanecerán enamoradas para siempre. Un consejo: ven a ver la puesta de sol, te dejará con la boca abierta.
6. Disfrutar de un chapuzón en el parque acuático Aqualand Corfú
Con 51 toboganes, piscinas y juegos, aquí se lo pasarán en grande todas las edades. Si lo que buscas son caídas gigantes y a gran velocidad, desciende a toda velocidad por el Hidrotubo, o prepárate para despegar en la Catapulta o en la Caída Libre de 24 metros. Flota por el río lento para relajarte y tomar el sol, y los más pequeños también podrán disfrutar de zonas temáticas. Hay una gran variedad de restaurantes para tomar una bebida refrescante o comer algo.