En Milán, el arte, la historia y la actualidad se fusionan para ofrecer un sinfín de experiencias y actividades. La ciudad, capital italiana de la moda y el diseño, presume de contar con varios lugares de interés mundial. Desde su reluciente catedral gótica, el Duomo de Milán, hasta La última cena de Leonardo da Vinci, la oferta cultural de esta urbe es realmente increíble. Por supuesto, no nos podemos olvidar del ocio nocturno de Navigli y de la gran variedad de opciones que encontrarás en el barrio de la moda. Y todo esto, aderezado con aperitivos típicos y una propuesta gastronómica seductora.
Las 6 mejores cosas que hacer en Milán
1. Admira el Duomo de Milán
El Duomo, obra maestra del arte gótico, representa a la perfección la riqueza del patrimonio cultural de Milán. Su intrincada ornamentación, sus esculturas y sus chapiteles, que se elevan hacia el cielo, son solo algunos de los detalles que te dejarán sin palabras. En el interior de la catedral, podrás contemplar las maravillosas vidrieras, mientras que, en las terrazas de la parte superior, tendrás la oportunidad de disfrutar de unas espectaculares vistas panorámicas de Milán desde una perspectiva privilegiada.
2. Explora el castillo Sforzesco
El castillo de Sforzesco, uno de los símbolos de la ciudad y uno de los monumentos más admirados por la gente del lugar, es un magnífico ejemplo del glorioso pasado de Milán. Construida en el siglo XV por la familia que se encontraba en el poder en ese momento, los Sforza, esta fortaleza mezcla elementos arquitectónicos renacentistas con cierta influencia del arte gótico. Hoy en día, el edificio acoge una gran cantidad de exposiciones y obras de arte, entre las que destaca una de las obras no acabadas de Miguel Ángel, la Piedad Rondanini. Participa en una visita guiada para familiarizarte con las curiosidades y secretos de la antigua ciudad de Milán y, luego, tómate un descanso en el parque Sempione, que se encuentra en las inmediaciones del castillo.
3. Visita la pinacoteca di Brera
Si, durante tu estancia en Milán, solo tienes tiempo para un único museo, ese tiene que ser, sin duda, la pinacoteca di Brera. El museo, situado en Brera, el barrio artístico de la ciudad por antonomasia, alberga una amplia y prestigiosa colección de obras propias del Renacimiento Italiano. Allí, podrás contemplar cuadros de Rafael, Caravaggio, Piero della Francesca y Hayez, con su romántica obra El beso. Además, el ambiente elegante del museo, así como sus cuidadas exposiciones, harán que la experiencia sea todavía más memorable.
4. Contempla La última cena de Leonardo
Déjate impresionar por La última cena, el impresionante mural, obra de Leonardo da Vinci, que lleva a los fanáticos del arte y la historia a visitar la ciudad. Este fresco, que se encuentra en el convento de Santa Maria delle Grazie, conocido como el museo del Cenacolo Vinciano, representa el momento en el que Jesucristo comparte la última cena con sus discípulos y retrata la emoción y la espiritualidad del momento con todo lujo de detalle. Contempla una de las obras más importantes del Renacimiento y, sin duda, una atracción que no te debes perder si viajas a Milán.
5. Asiste a un espectáculo en el Teatro de La Scala
El teatro de La Scala de Milán es uno de los teatros de ópera más prestigiosos del mundo. Con su lujoso interior y su increíble acústica, este teatro es el símbolo de la elegancia y la excelencia eternas. Sus puertas se abrieron en 1778 y, desde entonces, su escenario ha acogido óperas de Verdi, Puccini y Rossini, además de espectáculos de ballet. Ya sea porque has adquirido una entrada para algún evento o porque has decidido realizar una visita guiada para conocer el museo y los entresijos del teatro, verás que explorar La Scala es una experiencia inolvidable.
6. Piérdete por el barrio de Navigli
Siempre es un buen momento para visitar Navigli. Por las mañanas, podrás pasear entre los mercados de segunda mano, mientras que la tarde es el momento perfecto para tomar un helado. Sin embargo, te recomendamos explorar el barrio por la noche si lo que quieres es disfrutar de la mejor vida nocturna milanesa. Los bares, las galerías de arte, los pequeños comercios locales y las tiendas de artesanía dotan al barrio de Navigli de un ambiente fresco y relajado. No importa si tu intención es encontrar algún tesoro cultural escondido, probar comida de calidad o simplemente disfrutar del espíritu bohemio de Milán. Navigli no te decepcionará.