Duomo de Milán

Admira la fachada de la catedral, un magnífico ejemplo de la arquitectura gótica, y explora el edificio para apreciar la compleja ornamentación y la plétora de estatuas de santos y ángeles. 

Coge el ascensor o sube los 250 escalones que te llevarán a sus tejados y observa las vistas panorámicas de la ciudad. También será la oportunidad perfecta para apreciar las populares torres más de cerca. 

También podrás contemplar la estatua de la «Madonna» de oro, considerada el símbolo de Milán. 

Accede al interior y observa los altos techos abovedados, las vidrieras y la adornada decoración. No te olvides de visitar el altar principal de la cripta, donde se han enterrado varios de los obispos de Milán. 

Por último, conoce la estatua de San Bartolomé, que sujeta su propia piel.

La mejor forma de conocer este monumento es visitándola a pie para, así, sumergirte en el ambiente de la catedral y la plaza principal. 

Por 6 euros más, podrás alquilar una audioguía en la propia taquilla, situada al lado de la catedral, o en la oficina «Veranda Fabbrica del Duomo». Los comentarios están disponibles en 9 idiomas, a saber, italiano, inglés, francés, alemán, español, ruso, chino, japonés y portugués.  

Las audioguías estarán disponibles de lunes a viernes, de 9:30 a 17:30 (último alquiler a las 16:30). 

Los sábados, las audioguías estarán disponibles de 9:30 a 15:00 (último alquiler a las 14:30). 

Si lo prefieres, puedes descargarte la aplicación gratuita «Duomo di Milano» en tu móvil y acceder a información y contenido adicionales.

La mayor parte de los visitantes dedica unas 2 o 3 horas a la visita para ver lo más importante de la catedral, subir a los tejados y disfrutar de las increíbles vistas de la ciudad. 

Ten en cuenta que la catedral suele estar bastante concurrida, especialmente en temporada alta. Si quieres evitar las esperas y las colas, te recomendamos reservar tus entradas con antelación y llegar a primera hora de la mañana o a última de la tarde.

La ciudad de Milán recibe a muchos turistas durante todo el año, pero los momentos de menor afluencia son principios de febrero, marzo, septiembre y octubre, ya que la ciudad no suele albergar eventos internacionales. SI quieres disfrutar de la mejor experiencia posible, te recomendamos que visites la catedral a primera hora de la mañana un día entre semana y habiendo reservado las entradas con antelación. También dispones de entradas sin colas para el periodo comprendido entre marzo y octubre, a excepción de la Semana de la Moda de Milán y la Feria del Mueble de Milán. Por lo general, lo mejor es visitar la catedral a primera o última hora del día.