Museo Van Gogh: entradas y visitas guiadas

A lo largo de los años, muchos de los trabajos de Van Gogh se han reproducido como pósteres o postales, por lo que su arte es realmente conocido. Entre los imprescindibles del Museo Van Gogh, se encuentran La casa amarilla, La habitación de Arlés o Los girasoles, obras que pintó en Arlés durante sus últimos años de vida, hasta su muerte en 1890. Otras obras interesantes que podrás ver son los autorretratos de Van Gogh deprimido que el autor pintó y bosquejó, entre los que destaca el Autorretrato con sombrero de fieltro gris, donde el artista adapta el puntillismo al sustituir los puntos por pequeñas rayas para crear una especie de aureola alrededor de su cabeza.

Hay muchas formas de visitar el Museo Van Gogh, desde una entrada general, hasta recorridos combinados. Con un recorrido de audio autoguiado, podrás establecer tu propio itinerario y contemplar la creatividad de Van Gogh a tu ritmo, mientras que una visita guiada privada te permitirá conocer todos los detalles y el contexto de la vida del artista. También dispones de opciones que combinan la visita al museo con otras actividades, como la visita guiada de 5 horas y 30 minutos al Rijksmuseum y al Museo Van Gogh, o la opción de combinar la visita con un paseo en barco por los canales.

Unas 3 horas deberían ser suficientes para ver la mayor parte de las obras expuestas. De hecho, por lo general, los recorridos guiados duran unas 2 horas y 30 minutos. Sin embargo, ten en cuenta que el museo suele ofrecer exposiciones especiales, por lo que debes contar con este tiempo añadido si decides visitarlas.

Ámsterdam es una de esas ciudades que siempre están concurridas sin importar la época del año en que la visites, por lo que tiene una afluencia continua de visitantes que buscan descubrir sus lugares más emblemáticos. Y el Museo Van Gogh es uno de los más populares. Teniendo todo esto en cuenta, el momento más tranquilo para visitar el museo suele ser a primera hora de la mañana, entre las 9:00 y las 11:00. Por la tarde, concretamente, entre las 13:00 y las 15:00, el museo alcanza el número más alto de visitantes.

Una de las pinturas más famosas del Museo Van Gogh es Almendro en flor. Más allá de la alegoría del despertar de una nueva vida con la llegada de la primavera, esta obra esconde una trágica historia familiar. Van Gogh la pintó a tan solo cinco meses de su muerte para su hermano Theo y su mujer Jo, como regalo por el nacimiento de su único hijo, Vincent Willem. Sin embargo, Theo falleció un año después. El cuadro refleja la influencia japonesa de Van Gogh y siempre ocupó un lugar especial en el corazón de Vincent Willem. Cuando el museo abrió sus puertas en 1973, Vincent Willem lo visitó todos los días hasta su muerte, cinco años después.